Nuccio Ordine: “La escuela está cada vez más enfocada al mercado”

Fuente: Tiching
Fecha de publicación: 08/09/2016
Nuccio Ordine | Tiching
Así era...
Nuccio Ordine
Filósofo y profesor de literatura italiana en la Universidad de CalabriaAutor de diversos libros y profesor visitante de centros como Yale, Paris IV-Sorbonne o el Warburg Institute.
De pequeño le apasionaban Las aventuras de Pinocho, de Carlo Collodi. Admite que con los años ha aprendido que el error es necesario para madurar y que uno debe aprender a resistir los patrones que nos impone la sociedad. 



















¿Qué importancia tiene la enseñanza en una sociedad que se guía por la política del beneficio?
La escuela y la universidad son elementos fundamentales para la construcción del futuro de un país. Pero por desgracia, la escuela y la universidad están cada vez más enfocadas a los mercados, es decir, se están convirtiendo en empresas que venden productos (diplomas) a determinados clientes (estudiantes). Personalmente pienso que esta lógica es destructiva.



¿Por qué lo cree?

La escuela tiene la obligación de hacer entender a los estudiantes que no deben ir al instituto únicamente para conseguir un diploma, ni a la universidad para tener una licenciatura. La escuela y la universidad nos permiten aprender y mejorar, pero el problema es que no le damos valor al estudio por sí mismo.

¿A qué se refiere?

No estamos formando a ciudadanos con cultura, libres y con capacidad de analizar críticamente la realidad. Por el contrario, estamos pidiendo a estudiantes de 12 y 13 años que elijan la profesión que quieren ejercer en el futuro, centrando su enseñanza en el trabajo y el salario, una clara renuncia a educar a hombres y mujeres libres.

¿Cuál es la consecuencia para la sociedad de que la escuela se convierta en un mercado?

El resultado está claro, las escuelas y las universidades están cada vez más valoradas en base a la lógica del mercado. Pondré un ejemplo práctico sobre mi país, Italia, donde las escuelas han sido abandonadas por el gobierno y a causa de los recortes, algunos institutos han llegado a firmar acuerdos con supermercados. Los institutos compran en estas superficies y, a cambio, se les proporciona unos vales con “regalos” como ordenadores o pizarras digitales. Una serie de objetos necesarios que el gobierno no les puede proporcionar.

¿Qué les estamos enseñando a los estudiantes con este tipo de acuerdos?

Les estamos educando para que sean clientes de grandes superficies y, en consecuencia, para que sean víctimas de la publicidad. Pero debería ser al revés, la escuela debería representar una forma de resistencia a la lógica del dinero. El colegio tendría que hacer entender a los jóvenes que la dignidad humana no se puede medir por el dinero que tenemos en la cuenta corriente, sino que lo más importante son los valores que podemos abrazar como la honestidad, el respecto a los demás, la tolerancia, el amor por el bien común o el respeto por la justicia. Estos valores desgraciadamente, hoy no son prioritarios.


En su opinión, ¿cuáles son los conocimientos que se deberían enseñar en las escuelas y que no se están priorizando?
Actualmente todo aquello que no genera beneficio está considerado inútil. Las lenguas antiguas están desapareciendo de la enseñanza. Cada vez se abandona más el estudio del griego, el latín, la historia del arte, la literatura o la filosofía, en favor de disciplinas como la economía o el derecho, unas materias que tienen más gancho para el mundo laboral.

¿Cuáles son las consecuencias de este abandono?
Si renunciamos a la enseñanza de las materias humanísticas, perderemos nuestra identidad. Si no conocemos el pasado, no podemos entender el presente, y nos resultará muy difícil prever el futuro. No es casualidad que en el Olimpo de los Dioses, la Diosa de la memoria fuera la madre de las nueve musas, de todas las sabidurías.


¿Cree que materias como la filosofía se están enseñando de forma correcta en las escuelas?
Esta es una buena pregunta. El enfoque de la escuela actual está alejando a los jóvenes del saber debido a que ya no se leen los clásicos. Pienso que necesitamos empezar a enseñar a partir de los clásicos, ya que si están bien explicados, no sólo nos permiten comprender la realidad o el contexto en el que vivió el autor, sino que también nos proporcionan respuestas a preguntas actuales.

¿Cómo cree que los profesores pueden hacer entender a sus estudiantes la importancia de materias como la filosofía o la literatura?

Todas las reformas que en algunos países europeos se están implementando no tienen en cuenta que la buena escuela la hacen única y exclusivamente los buenos profesores. Si hemos estimado la literatura, la filosofía, la historia del arte o las matemáticas, no es por herencia biológica, sino porque hemos tenido la suerte de tener un buen profesor que nos ha hecho apreciarlas.


Por tanto, necesitamos profesores con pasión.
Sí, pero también profesores que sean estudiantes eternos. Si un docente no se recicla y no explica a los alumnos los clásicos con las competencias adecuadas, está claro que los estudiantes no podrán apreciar aquella disciplina. Un buen profesor es aquel que hace ver a sus alumnos que no deben estudiar para aprobar la asignatura o tener un diploma, sino para aprender a vivir y a entender mejor el mundo.


¿Cree que los gobiernos están dando suficiente importancia a la educación?
Cada año se reducen los fondos gubernamentales destinados a las universidades, las escuelas e investigaciones científicas. Los gobiernos se justifican diciendo que no hay dinero, que estamos en época de crisis, pero esto es falso. Los mandatarios están destinando mucho dinero a luchar especialmente contra la corrupción y la evasión fiscal. Si todos los ciudadanos fueran personas honradas que no se dejaran corromper y que pagaran sus impuestos, los gobiernos podrían financiar las escuelas y las universidades y fomentar la cultura en general.


¿Pero cómo se puede luchar contra la corrupción?

La corrupción no se vence únicamente aplicando leyes. Se combate reforzando la educación, formando las nuevas generaciones con valores como el bien común. Pero el sistema actual se contradice. Para solucionar el problema de la corrupción se tendrían que reforzar las escuelas y la universidad y, en cambio, lo que se hace es debilitarlas.

Internet ha aportado mucha información pero no necesariamente conocimiento. ¿Qué papel debería tener los docentes y la escuela en este contexto?
El tema de internet es muy importante. En Italia, mientras las instalaciones escolares se están cayendo, el gobierno ha invertido millones de euros en proporcionar nuevas tecnologías para la escuela digital. Pero es una visión completamente errónea del problema. La escuela moderna no enseña gracias a Internet sino gracias al trabajo de los buenos profesores. Internet está pensado para quien sabe, no para quien no sabe.


¿Qué opinión le merece la educación digital actual?
Considero que los jóvenes están recibiendo una educación muy enfocada al mundo virtual. La escuela debería ser un lugar donde se desintoxicaran, en la que se les pudiera proporcionar una visión alternativa. En cambio, lo que hacemos es alentar cada vez más a los estudiantes a usar las herramientas digitales olvidando que internet o los ordenadores son simplemente instrumentos.


¿Qué valores y conocimientos cree que debería recuperar la escuela?

Ha de recuperar su valor esencial: formar a seres humanos con cultura, a personas con capacidad para abrazar la solidaridad humana, de razonar con espíritu crítico. La escuela debería ser un gimnasio de resistencia a los valores falsos de la sociedad y al utilitarismo, para intentar hacer entender a los jóvenes que no todo se puede comprar y que el conocimiento no se adquiere con dinero. Se debe enseñar el valor del conocimiento y evitar formar personas acríticas que se creen cualquier argumento que el poder les ofrece.

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