Los peligros de la sobreestimulación en la educación de los niños

Fuente: Educa y aprende
Los niños necesitan una estimulación que potencie su aprendizaje y desarrollo. La estimulación se apoya en la plasticidad neuronal, potencia la creación de conexiones y multiplica las posibilidades de aprendizaje y desarrollo. Sin embargo, debemos tener cuidado con la sobreestimulación, ya que esconde importantes peligros.

La sobreestimulación en la educación de los niños.

La sobreestimulación ocurre cuando no permitimos que el niño siga sus propios ritmos, cuando no respetamos sus necesidades y tiempos de descanso, cuando cargamos de estímulos y recargamos su cerebro.
sobreestimulación
Veamos un ejemplo que puede ayudarnos a comprender los peligros de la sobreestimulación en la educación de los niños. Imaginemos un ordenador, cuando sobrecargamos de entradas al ordenador podemos colapsar la entrada de datos, impidiendo que entren todos los inputs deseados, y que funcione con mayor lentitud y menor precisión.
La sobreestimulación en la educación de los niños es un factor al que debemos prestar atención y tener cuidado con el mismo.

¿Cuándo estamos sobreestimulando al niño?

A veces es difícil saber cuándo estamos sobreestimulando al niño. La línea que separa la estimulación de la sobreestimulación no siempre está muy clara. Veamos algunos indicadores de que estamos sobreestimulando al niño:
  • El niño no puede descansar o dormir cuando lo necesita.
  • El niño esta sobreestimulado cuando permanece por obligación tiempos prolongados en el mismo juego o actividad.
  • El niño sobreestimulado rechaza juegos o actividades que le estimulan. Esta sobrecargado y tenderá a rechazar determinadas actividades.
  • A veces le costará centrar la atención y concentrarse.

Los peligros de la sobreestimulación en la educación de los niños

El niño sobreestimulado está acostumbrado a una estimulación demasiado elevada e intensa, está acostumbrado a esa sobrecarga que le impide centrar su atención. Y cuando no se produzca esta sobrecarga no sabrá funcionar, ya que necesita más estímulos para activarse.
La sobreestimulación recarga el cerebro del niño en el momento en el que se forman las raíces neurológicas y biológicas de su funcionamiento. La ausencia de conexiones entre neuronas impide un buen funcionamiento, pero demasiadas conexiones también es contraproducente. Cuando existen demasiadas conexiones, demasiados caminos, la mente no sabe cuál ha de seguir, y ocurren dos cosas. Por un lado necesita siempre más estímulos para funcionar, pero esos estímulos le sobrecargan y hacen que el funcionamiento sea pésimo.

Peligros de la sobreestimulación en la educación de los niños

  • Déficits de atención.
  • Dificultad para concentrarse y aprender.
  • Demasiada información, para la que aún no están preparados. Gracias a la era de las nuevas tecnologías, los niños de corta edad reciben muchos más estímulos de los que su mente está preparada para recibir.

¿Cómo podemos evitar sobreestimular a los niños?

  1. Permite que cada niño siga su propio ritmo de aprendizaje y desarrollo. Deja que descanse cuando lo necesite y permite que tome su tiempo para crear los aprendizajes y las conexiones necesarias.
  2. Evita demasiados estímulos a la vez. Cuidado con la televisión, los teléfonos móviles y los videojuegos, proporcionan muchos estímulos más atractivos que otros.
  3. Conoce al niño y proporciónale los estímulos que necesite.
  4. Procura que la estimulación sea un juego. Lo importante es que los niños disfruten y se diviertan.
  5. Limita la cantidad de información y estímulos que reciben. Mucha de la información que está accesible para los pequeños, es información para la que aún no están preparados.
Celia Rodríguez Ruiz

Páginación

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