AYNI

Por: Diego Lerner

  • Entrevista a Pablo Fidalme co-creador de Ayni, junto a otras 10 familias, institución de educación alternativa ubicada en Villa Ortúzar, Capital Federal. Su hija participa de este proyecto. Por Diego Lerner

¿Contanos un poco qué es Ayni?
Empezó siendo un sueño de varias personas. A partir de un descubrimiento personal de cada una de las familias que hoy lo componemos: entender que es necesario alternativas al sistema educativo existente.
Nos juntamos lo pusimos en común y a partir de ahí empezamos a desarrollar hasta llegar a lo que es hoy.
¿Cuándo empezaron a hablar sobre este sueño?Hace un año (2014). Todas las personas que nos juntamon, profesionales de distintos ámbitos, ya veníamos en la búsqueda, que coincidimos, cuando nos encontramos. Hoy somos diez familias. El ámbito que nos juntó fue capital federal, hacer algo en la ciudad (Que es lo difícil). Decimos que tener una escuela alternativa en el medio del monte es fácil, por así decirlo. Nuestro desafío es llevar nuestra propuesta en una ciudad.
¿Cómo surge la idea de tener algo alternativo? ¿Por qué?
En mi búsqueda personal estaba convencido de que hacía falta un cambio. Que el mundo mismo pide un cambio en lo que es la educación.
Descubrí que lo que uno trae de chico, la creatividad, las ganas de investigar, de jugar, lo autodidacta, el sistema educativo actual lo mata.
Entras en un sistema en el que te preparan para en un futuro ser alguien en la vida. ¡¿Qué?! ¿A los dos años no sos nadie en la vida?
A partir de ahí uno empieza a buscar de qué manera se puede dar esta diferencia.
En la búsqueda se abrieron un montón de puertas; existen un montón de comunidades y de personas buscando estas alternativas a nivel mundial y a nivel local, a nivel jardín, primario y universitario. En mayor o menor grado ligados al sistema legal educativo. Lo que empezamos a aprender como adultos es que hay que deshaprenderse de todo lo que traemos, sacarse todo lo que uno trae de adentro para poder empezar a ver que existe un mundo distinto y una manera distinta, que se puede volver a esa raíz, esa “cosa” de investigar de querer aprender y pensar que todo lo que te rodea te enseña algo. Crecer con esa idea es la forma más libre de desarrollarte. Crecer desde lo emocional, lo cognitivo, etc. No solo “aprender por notas”.Existen otras formas, de aprender distinto. De ahí surge este proyecto.
¿Tu hija cuántos años tiene y cuándo arranca?
2 años y arranca ahora.
¿Cuáles son tus miedos? ¿Y tus motivaciones?
Ahí dijiste dos palabras muy importantes. Con mi señora tenemos muchos miedos. Es algo desconocido, algo que no tuvimos. Lo más fácil sería anotarla en un colegio y que  se ocupen de educarla, llevarla e ir a buscarla a la hora que tenga que hacerlo. Y, después, en mi casa tener la educación de familia que tiene que tener, que es la base.
Nosotros empezamos a instaurar esta forma de dejarla desarrollarse naturalmente. Con los límites impuestos pero de una forma más amorosa. Creíamos importante que esto continúe en su educación fuera de nuestra casa por eso buscamos una institución que se asemeje a nuestros intereses. De ahí surge este espacio. Los miedos son lo que nos mueve a hacerlo. El miedo es nuestra motivación. Lo usamos para impulsar el proyecto, no para frenarlo.
Pero es educación viva, porque hoy es esto y con el tiempo puede ser otra cosa. Está todo gestado y armado por las familias y los chicos, con lo cual no hay nada preestablecido. Sí hay un camino por donde ir. Pero no está todo establecido, no está cerrado.

En el colegio hay un cronograma. Yo sé que el lunes que viene empiezo las clases y tengo todo lo que voy a hacer hasta fin de año: Qué le voy a tomar, qué no le voy a tomar, cuándo, de qué forma y cómo los voy a evaluar. Acá no. Acá los intereses los ponen los chicos junto a las propias familias.
El miedo y la motivación so que pisas sobre terreno desconocido, descubrir algo nuevo.
¿Cómo funciona en la práctica?
Hoy por hoy, cuatro veces por semana, tres horas, por la tarde. En un espacio alquilado.
Vamos a poner una cuota que cubra los gastos básicos. También las propias familias vamos a generar eventos, emprendimientos que puedan hacerlo sustentable.
Sabemos que genera el doble o el triple de implicancia familiar en la educación de los chicos. Hay que estar, hay que gestar el propio espacio, hay que acompañar. Tratamos de que haya alguien familiar que acompañe al adulto y/o guía que va a estar en el espacio y una vez por semana o cada dos realizar reuniones de padres donde podamos aportar ideas, inquietudes que traigan nuestros hijos a casa y allí buscar la mejor respuesta. Alguna salida para los chicos. Capacitaciones propias para saber como manejar un tema “x” en nuestras casas, etc. El espacio funciona así, autogestionado por la familia.
Es inclusivo. No importa los recursos económicos que tenga la familia. Si no los tiene vamos a vercómoo entre todos podemos solucionar el problema.
¿Qué valor agregado tiene este espacio?
No te lo puedo poner en comparación, pero sí te puedo decir qué va a lograr acá:
va a continuar con su naturaleza de chico, va a aprender jugando sobre lo que le interese.
¿Es jardín solo?
Hoy por hoy arrancamos con chicos de 2 a 5 años.  Estamos tratando de armar un grupo de 6 a 9 años. Estamos limitados por el espacio. Queremos hacer algo de jerarquía por lo que a medida que aumente la cantidad también tendremos que aumentar los recursos. Otro acompañante implica otro sueldo, otro sueldo implica elevar el valor de la cuota por lo que tendremos que generar más ingresos, etc.

Retomando al tema del valor…
Desde que nace hasta los 2 ó 3 años la preocupación principal de la familia es que aprenda a hablar y a caminar. Vos a los 3 años lo estás llevando a un lugar a que esté sentado y calladito la boca: tiene que pedir permiso hasta  para ir al baño.
Lo que tratamos en este espacio es que se desarrollen libremente con la libertad bien entendida. Que se guíen por sus expectativas, por su experiencia e intereses y que, a partir de ahí, consigan los aprendizajes que ellos quieran. Llegarán a la lecto-escritura a través de querer leer un cuento; empezarán viendo imágenes, aprenderán los colores y que si los mezclamos tenemos otros, etc. Solos, si les interesa y en el momento que les interese y para lo que a ellos les interese como herramienta.
Vivimos en un mundo donde la información la tienen en la palma de la mano. Enseñémosle a usar de forma adecuada la tecnología para que  puedan nutrirse de esto. Siempre desde la mirada de un adulto, pero guiados por sus intereses.

¿Cuáles fueron las repercusiones que tuviste cuando compartiste la noticia de que tu hija iba a estar recibiendo este tipo de educación?
Antes que nada quiero aclarar que hoy por hoy se encuentra desescolarizada. Pero con el proyecto de armar una asociación civil que nos permita generar o ir a buscar una ley que me diga que estoy educando a mi hija. No quiero que tenga títulos o notas.
¿Repercusión? Primero, ignorancia. Nos sentimos increpados: “Estás loco”, “Vas a ir preso”, “La ley no lo permite”, “Tu hija no se va a poder insertar en la sociedad”.
Siempre explicamos que ya está insertada en la sociedad. Nació en la sociedad. Vive. Ya es alguien. No es que deja de estar en la sociedad por ir a un modelo educativo distinto.
Lo que queremos lograr es que el domingo cuando nadie tiene ganas de ir al colegio, mi hija esté ansiosa porque sea lunes. Quiero que todo el mundo lo logre. Me encantaría que todo el mundo pueda estar contento porque al otro día va a trabajar de lo que le apasiona, para eso hay que desarrollarse de una manera que vos generes hacer lo que vos quieras.
Hoy el mundo te va nutriendo de las necesidades que tenés. Uno, en el futuro, se presentará en el trabajo con saberes y no con títulos. Ése es el ideal.

Muchas veces que ciertas personas se me pongan en contra o me recriminen el futuro que estoy eligiendo para mi hija confirma más mi  decisión: Si esta persona me dice que estoy equivocado es porque, entonces, estoy en lo correcto.
¿Qué trabas legales tienen?
Ninguna. La “traba legal” está en que no está reconocido como sistema educativo y  vamos a buscar que sea identificado como tal.
Que no me digan “estás dentro del sistema educativo” pero sí quiero que digan “Este señor Pablo está educando a su hija”.

¿Qué están haciendo para llegar a eso?

Como es nuevo y está naciendo ahora estamos generando un estatuto para ser una asociación civil y, a través de ella, buscar los recursos para la legalidad y juntarnos con otras escuelas vivas o de educación alternativa. Reconózcanos que estamos educando.
Hay muchas escuelas alternativas en Uruguay, Brasil, Argentina. Se está generando una comunidad mundial.
La educación está cambiando. El sistema se cae y no sabe cómo hacer para retener a las familias.
¿Por qué un chico va a elegir un sistema educativo en donde, luego de criarse libre, en caso de haberlo hecho, le digan en qué momento, a qué edad tiene que aprender algo que capaz no le interesa? ¿Y si no lo aprendo?
¿Me van a preparar para lo que yo haga más adelante? ¿Y si más adelante yo no quiero hacer eso? ¿Preparar para qué?
No está mal el que elige eso para sus hijos. Pero dejemos que los que elegimos otra cosa tengamos nuestro espacio.

¿Cómo crees que la nueva tecnología ayuda a transformar la educación?

Es una Percepción personal. En estos espaciosde de educación alternativa tenes mucha gente que prefiere lo natural, la vida en la naturaleza por sobre la tecnología. Para mí, la tecnología, es cien por ciento útil e interesante. Pero hay que enseñar a usarla.
No entiendo cómo en un secundario se le saca el teléfono a los estudiantes. Si hoy por hoy se maneja todo por ahí. Hay que sumar el celular a las materias.
Tenemos que sumarle al libro, la tablet. Es parte del futuro. Hay que combinar todo. La tecnología es una herramienta. Y el ejemplo somos nosotros.
El mundo de mañana está ahí. ¿Cómo se lo vamos a negar?


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