Un mundo sin escuela (I)

Por: Vito Alessio Álvarez Rodríguez
Fuente: 05-07-2014
Fecha de publicación: El diario de Victoria

Diálogo basado en el libro “La Sociedad desescolarizada” de Iván Illich, Doctor en Teología y Filosofía de la Universidad de Georgiana de Roma


ALUMNO NORMALISTA: Maestro que bueno que lo vi en el pasillo de la escuela porque le quiero preguntar: ¿qué sabe acerca de Iván Illich y su aporte a la pedagogía?


MAESTRO: Bueno, he leído algo sobre éste crítico sacerdote, que tuvo el valor, allá por los años setenta del siglo pasado, de denunciar a la iglesia católica, describiéndola como una gran empresa; extendiendo esa visión más adelante también hacia las instituciones escolares y debido a ella, posteriormente enunciar su radical propuesta de crear un “mundo sin escuela”.

ALUMNO: Ah caray, ¿así tan rebelde?. Nosotros sabíamos de su honestidad intelectual, pero realmente llegar a esos extremos es de admirarse, por lo que le pegunto: ¿cuál es su obra editorial?

MAESTRO: Fue muy prolífero en dar a conocer sus ideas, escribiendo una gran cantidad de libros y textos, que impactaron a la sociedad de aquel tiempo. Entre los más conocidos y leídos está sin lugar a dudas, “Una Sociedad Desescolarizada” (1978), la “Escuela esa vieja y gorda vaca sagrada” (1968), “Una Sociedad sin escuela” (1971), “Herramientas para la confidencialidad” (1973), La escuela y la represión de nuestros hijos” (1979), “Eco filosofía” (1984), “La educación y H2O” y “Las aguas del olvido” en colaboración del Maestro Paulo Freire (1989).

ALUMNO: Pues vaya que tuvo facilidad para expresarse y: ¿aunque sea en forma muy sintetizada, nos podría señalar cual fue su Pensamiento Pedagógico?

MAESTRO: Seguro que sí, lo haré en forma sucinta. Según su filosofía, Ilich aseguraba que la educación en la época de la década de los sesenta, se caracterizaba por dos motivos: uno de ellos fue que la educación era excesivamente cara y, el otro, que estaba dirigida hacia el fracaso. Pareciéndole aún más grave, que la educación estuviese sólo accesible a un pequeño grupo pudiente, puesto que era autofinanciable.

ALUMNO: Esa terrible crítica a la educación supongo que le valió múltiples disgustos de la clase gobernante, y de la jerarquía religiosa. Por lo que me pregunto: ¿cómo entendía Illich a la escuela?

MAESTRO: La entendía desde tres perspectivas distintas: Económico, Político y Educativo. Desde el primer punto de vista, consideraba que la escuela era mero comercio, encargada de crear las necesidades y valores institucionales, con la intención de crear los nuevos consumidores.

ALUMNO: Perdón, pero por lo que nos comenta, Illich era un acucioso observador de la realidad social; puesto que. Las finalidades económicas de la educación a más de medio siglo, no difieren en nada de las del presente, dígalo si no, “Mexicanos Primero”. Nuevamente perdón, por la interrupción, pero me emocionó su categórica afirmación, adelantándose a su tiempo. Continuemos por favor.

MAESTRO: Bien, la segunda acepción de Illich acerca de la escuela, desde del aspecto político, nos dice que la escuela era entendida como reflejo de la sociedad, haciendo una metáfora entre educación y religión, poniendo de manifiesto que la escuela se ha convertido en la religión universal, del proletariado moderno; una religión que hace promesas vanas de salvación para los pobres de la era tecnológica. Y por último, desde el plano educativo, la escuela tiene un puesto inferior, casi inexistente dentro de la educación; puesto que, la mayoría de lo aprendido es a través de vivencias personales al margen de la institución escuela. Eso expresado antes de que aparecieran los medios de información actuales y el Internet.

ALUMNO: Personaje visionario sin duda. Se adelantó a su época y fue una lástima que muriera sin haber sido reconocido por sus aportaciones a la educación. Pero dígame: ¿qué es la desescolarización, la esencia de su pensamiento educativo, dentro de la Pedagogía Moderna?

MAESTRO: El término Desescolarización, es un término que utilizó para referirse a un conjunto de procesos, que llevarían una vez que se suprimiera la escuela, a la desalineación del hombre y a una sociedad humanizada y justa. Illich pensaba que la escuela es la iniciación del mito del consumo ilimitado, puesto que la escuela vende el saber. Esto lo fundamenta diciendo que:” la mercancía era la escuela, la cual es vendida a los padres contribuyentes y a los niños. Finalmente un sistema de reparto de excelente funcionamiento, donde sería el maestro el que llevaría el producto elaborado a los alumnos”. Conclusión: Illich, estaba seguro de que si el desarrollo era concebido como un crecimiento ilimitado de consumo, jamás podría conducir a la madurez humana.

ALUMNO: Podríamos afirmar categóricamente que: ¿sus teorías pedagógicas se pueden considerar como una Educación Alternativa basada en una “Educación para todos”?

MAESTRO: Indudablemente. Su pensamiento avanzado que poseía le permitió concebir la idea de confiar en la voluntad de aprender motivada por sí misma, en vez de ceder su aprendizaje a los demás. Para ello señala, solo hace falta motivación y deseo de superarse, compromiso para construir una sociedad educadora, y aprender de todos y de todas, en lugar de que sigamos permitiendo que sea la escuela, la única que nos puede proporcionar un conocimiento estandarizado y a capricho de la autoridad educativa.

ALUMNO: ¿Cómo pensaba que fuera posible una educación sin escuela, no cree que era una utopía?

MAESTRO: Si buscas información reciente acerca de estudios científicos, que nos dicen que el niño aborigen digital, aprende más fuera de la escuela que en el salón de clase, no estarías dudando que en este Siglo XXI, el objetivo central de la educación no será nunca más la “Educación Bancaria”, como tan atinadamente la denominó Paulo Freire, a aquella que consiste en suponer la mente del niño como un recipiente vacío, que había que llenarlo con conocimientos que después de presentar la prueba, jamás volverían a recordarlos, para establecer el auto didactismo como fin de la educación actual.

ALUMNO: Pues vaya que nos ha dado un buen ejemplo, de lo que es el aprendizaje informal fuera del aula. Con esto, no nos queda más remedio que reflexionar como estudiantes de pedagogía, sobre cómo las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, modificaran absolutamente, pese a quien le pese, la tradicional educación, para darle paso a la nueva educación digital.

MAESTRO: Me da mucho gusto constatar que en la juventud normalista, exista el eros pedagógico de los grandes educadores, que hicieron posible la existencia de las esplendorosas culturas que hasta hoy nos maravillan. En ustedes habrá de recaer el titánico esfuerzo de formar el nuevo mexicano, que está añorando esta patria tan sufrida y valerosa. Ojalá lo logren y sean capaces de dignificar con su entereza y su talento a nuestra hermosa profesión, tan incomprendida y en nuestros días.

ALUMNO: Gracias por su charla, y la invitación para continuar con esta conversación, que nos permita saber un poco más de Iván Illich y su “Sociedad Desescolarizada”.

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