Así es el 'homeschooling', niños que no van al colegio y aprenden desde casa

Por: Marta Ruiz
Fuente: ZoomNews
Fecha de publicación: 14-07-2014


Entre 2.000 y 4.000 familias españolas practican esta opción educativa en la que los padres se convierten en profesores 

Los niños, que están sin escolarizar o escolarizados en colegios extranjeros, aprenden al margen del sistema educativo oficial





Escena que parodia el 'homeschooling' en la película 'Movie 43'.
Escena que parodia el 'homeschooling' en la película 'Movie 43'.
Es difícil definir el día a día de una familia homeschooler. Entre los padres que deciden educar a sus retoños en el hogar, los hay más partidarios de la rutina -de los que ponen el despertador a la misma hora cada mañana y siguen un horario estricto para crear hábitos- y quienes abogan por que cada día sea distinto al anterior -uno en casa, otro con los abuelos, otro de excursión-. De la misma manera, hay de los que se ciñen a un temario establecido y quienes apuestan por una mayor libertad a la hora del aprendizaje, centrándose en los temas según el interés que van despertando los pequeños, cuenta Julio Sánchez, padre homeschooler de dos niños de 4 y 6 años y presidente de la Asociación por la libre educación (Ale). Para él “hay tantas alternativas como gente educando al margen del sistema oficial”. 
Al contrario de lo que muchos puedan pensar, hacer homeschooling no es pasar el día encerrado entre las cuatro paredes de una casa, sin contacto alguno con otros niños. Más bien se suelen realizar muchas salidas culturales y excursiones, tomar clases de música y practicar actividades deportivas, siendo la razón mayor para la que los padres se acaben decantando por no matricularlos en un colegio la de tomar las riendas del aprendizaje de sus vástagos, lo que, según ellos, les permite ser más respetuosos con el nivel evolutivo del alumno. Tomar las riendas del aprendizaje de sus vástagos permite a los padres ser más respetuosos con el nivel evolutivo del alumno 
Los padres de Sandra Lara decidieron sacarla del colegio en tercero de la ESO. “Por un lado, me aburría mucho en clase y no me sentía atendida como necesitaba y por otro, estaba el bullying de mis compañeros”, cuenta quien ahora tiene 22 años, la carrera de Física acabada, el proyecto final de Ingeniería Multimedia a punto de ser entregado e Informática y Matemáticas a medio. Sandra, además, colabora con Epysteme como vicepresidenta de la asociación. Su historia da vértigo: “Estudiar en casa me permitió acelerar el ritmo y acabé entrando en una asignatura de prueba en la Open University para empezar Física a los 15-16 años. Fue como mi prueba de acceso a la universidad inglesa. A los 18-19 terminé la licenciatura de Física y entonces vía estudios extranjeros pude entrar en una universidad española, la Ramón Llull de Barcelona, a estudiar las ingenierías. Ahí fue cuando me reincorporé a los estudios presenciales y aunque tuve mis miedos, debo decir que me adapté sorprendentemente rápido. A las dos semanas ya tenía mi grupo de amigos y socializaba como cualquier otra persona”. Para Lara, lo mejor del homeschooling fue la flexibilidad y el poder ir a su ritmo, aunque siempre le preocupó la incertidumbre de no saber si lo estaba haciendo bien, “si podría o no entrar a la universidad”. 

¿Qué tiene de malo el colegio? 
En España se calcula que hay unas 2.000 o 3.000 familias acogidas a esta opción pedagógica por estar en desacuerdo con el modelo educativo actual español. Juan Carlos Vila, filósofo, director de Clonlara School España, personalidad relevante de este movimiento en nuestro país y, por descontado, padre de hijos educados en familia, “que no en casa”, opina que la escuela no es un mal lugar para educar, “el problema está en este modelo extremadamente rígido en el que solo cabe una pequeña porción de los niños y el que no cabe, se queda fuera. Cada día se quedan fuera más niños. Y cada vez se vuelve más rígido. También hay niños buenos cumpliendo las normas de la escuela que, sin embargo, al día siguiente olvidan todo lo aprendido”.
Para Vila, la escuela no es un mal lugar para educar,“el problema está en este modelo extremadamente rígido" Según Vila, los ritmos, las programaciones y los métodos deberían ser adaptables, se tendría que facilitar la formación al profesorado, “que muchas veces no puede ni intuir que un niño tiene dislexia”, y se deberían aprovechar mejor los medios y las infraestructuras públicas. “La ley actual permite hasta no utilizar libros de texto en clase, ¿quién hace eso?”, se queja. “Al contrario de lo que dicen, no queremos destruir la escuela, no es eso, pero ojalá pudiéramos cambiarla”.

¿Cómo son las familias homeschooler españolas?

Las familias de los niños que no van al colegio son de lo más variopinto. Las hay con hijos con altas capacidades, con capacidades menores que la media o con discapacitados que lo tienen complicado para adaptarse al aula de un colegio al uso, las hay extranjeras que quieren educarlos en su lengua materna y no tienen recursos para llevarlos a un colegio donde se estudie en este idioma y las hay que simplemente piensan que el homeschooling es la mejor opción.
El perfil de los padres es muy difícil de dibujar. Así concluye el estudio sobre el homeschooling en España de Carlos Cabo quien, si bien no es partidario de esta alternativa, sí que defiende su regularización. Su tesis aporta muchos datos interesantes, como que la mayoría de los progenitores tienen entre 31 y 41 años, poseen estudios universitarios y son asalariados, con unos ingresos de entre 2.300 y 3.000 euros por unidad familiar, aunque no existe ninguna profesión a la que sean especialmente afines. “En nuestros días, el escenario en el que se mueven quienes instruyen en casa se ha diversificado enormemente”, aunque con una clara preferencia por los núcleos urbanos de ta­maño medio y grande, siendo Cataluña la comunidad donde más proliferan los que aprenden desde casa.

¿Es esto legal?
En España, al contrario que en otros países, no hay leyes que lo regulen. Que los menores de 16 años no estén escolarizados es ilegal, así como también lo es el absentismo escolar, “con lo que muchas veces se confunde el homeschooling”, según sus defensores. Esta confusión les hace sentirse profundamente ofendidos a unos padres que voluntariamente asumen una responsabilidad mayor de la que en principio les correspondería, pensando que están haciendo lo mejor para los suyos.
Que los menores de 16 años no estén escolarizados es ilegal, así como también lo es el absentismo escolar Tal y como cuenta Juan Carlos Vila, hasta el momento no han condenado a nadie en España por hacer homeschooling y como mucho son tres familias al año las que tienen que ir a juicio acusados de una u otra cosa y que, con fortuna para ellos, acaban saliendo indemnes cuando se demuestra que sus casos distan años luz de los acusados por desatender o descuidar a sus niños pero, “¿cómo se sentirá un crío de nueve años viendo que están juzgando a sus padres por haber tomado esta decisión?”, reflexiona Vila en voz alta.

Buscar ayuda

Hay quienes optan por matricular al niño en un colegio privado extranjero, de un país donde hacer homeschooling esté regulado y sea legal para obtener un seguimiento del enseñamiento en el día a día y poder optar a certificados oficiales de esos países a cambio de un desembolso económico en concepto de matrícula y gestiones. Algunos de estos centros de estudios poseen oficinas o asociaciones afincadas en España que atienden en nuestro idioma, como la oficina española de Clonlara School y de la asociación Epysteme perteneciente al Orange School. Ambos son colegios americanos afincados en Estados Unidos, en el primero no hay un programa estricto ni una plataforma online para no interferir en el mayor potencial del homeschooling, la capacidad de adaptación curricular a las necesidades del hijo o la familia, y tan solo asesoran en cuestiones de pedagogías o materiales, la segunda es una escuela online con propuestas virtuales y no virtuales. Ambas reconvierten cada año el trabajo realizado en el hogar en un certificado oficial de estudios, pudiendo después convalidar este por uno español en el caso de desear obtener una titulación española o reengancharse al sistema educativo oficial para realizar estudios superiores.

El problema sigue estando, tal y como nos alertan desde la administración de Homeschooling Spain, en que uno tiene que cumplir la legislación del país de residencia y en nuestro país no se contempla la educación a distancia para la etapa de escolarización obligatoria salvo a través del CIDEAD o del SAED, dependientes del Ministerio de Educación y Cultura, "si el colegio no está homologado por las autoridades españolas, el niño consta como absentista. Ocurre lo mismo con ciertas escuelas libres en territorio español, los niños están escolarizados pero como la administración no homologó la escuela, son considerados absentistas escolares".

Además de en Homeschooling Spain, las familias encuentran soporte y visibilidad en instituciones como Asociación por la libre educación (Ale) o la Plataforma por la libertad educativa. Asimismo, hay varios blogs bastante reconocidos en la red dedicados al tema: Aprendiendo con familias, La opción de educar en casa o Supraescolar.com.

¿Aprenden bien estos niños? 
Si ha llegado hasta aquí, seguramente se haya repetido esta pregunta durante la lectura, ¿aprenden lo suficiente estos niños?, ¿cómo se puede estar seguro de que han adquirido los conocimientos mínimos para su edad si no pasan exámenes o evaluaciones? Lo cierto es que no hay ninguna seguridad de que estos niños ajenos a la norma educativa española alcancen unos conocimientos mínimos, “igual que en la escuela pública muchos niños no alcanzan ningunos mínimos de nada”, afirma rotundo el presidente de Ale. 
“Por desgracia hoy es posible abandonar a tus hijos bajo el pretexto de que los estás educando en casa, y eso es porque no hay una regulación”, dice Vila, “si esto se regulara, nadie pasaría desapercibido”, añade el que ha sido uno de los principales impulsores en nuestro país de la negociación con políticos para la determinación de unas normas relacionadas con el homeschooling por las que llevan luchando desde hace ocho años, “pero nadie quiere meterse en eso, a la Administración el tema no les preocupa porque somos pocos”. 
En Estados Unidos alrededor de 3 millones de alumnos se educan en casa y es legal. En Portugal y en Francia también es legal, basta con comprometerse a que el niño realizará determinados exámenes obligatorios y aceptar que en cualquier momento un inspector puede pasar por casa. En Alemania es ilegal y a la tercera denuncia recibida por tener al niño fuera del colegio en horario lectivo, vas a la cárcel. Al menos saben a qué atenerse. 
Desde aquí, piden que exista la capacidad de refrendar los conocimientos adquiridos oficialmente y que el Estado pueda comprobar que esos padres están de verdad educando a sus hijos sin miedo a que los servicios sociales puedan presentarse en su puerta cualquier día de estos porque les ha denunciado la frutera o el pediatra.

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