"El síndrome de Estocolmo en mujeres prostituídas"

Autora: Consuelo Barea
Fecha de publicación: Domingo 2 de julio de 2006

LA PROSTITUCIÓN ES UNA ACTIVIDAD TRAUMÁTICA CONSECUENCIA DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO
“La prostitución tiene que ser entendida como violencia sexual contra la mujer” .
La violencia masculina allana el terreno para la introducción de las víctimas en la prostitución
Para hablar de secuelas psicológicas de la prostitución hay que referirse inevitablemente a los trabajos de Melissa Farley (2) . En el estudio realizado a 130 mujeres prostituidas de San Francisco, se concluye:
• 57% habían sido abusadas sexualmente de niñas, con una media de 3 abusadores
• 49% habían sido maltratadas físicamente de niñas por los adultos que las cuidaban
Otros autores dan cifras más contundentes: “varios estudios informan que entre el 55 % y el 90 % de las personas en la prostitución informaron de antecedentes de abusos sexuales en su infancia. La mayoría de ellas afirman que el abuso que sufrieron en su infancia ha influido en su entrada en la prostitución. Haciendo un cálculo prudente, se estima que la media de edad de entrada en la prostitución en Estados Unidos es de 13-14 años” (3) .
Según Schissel y Fedec, uno de los factores que dirige a los jóvenes hacia la prostitución es una infancia de abuso y negligencia. “Hay una conexión psicológica entre abuso sexual en la infancia y prostitución" (4) . Esto les lleva a conductas de riesgo, baja autoestima y menor resistencia a ser explotados por otros (5) .

“Se ven a sí mismas como objetos sexuales que pueden ser usados y explotados por otros” . Las mujeres suele entrar en la prostitución como niñas abusadas y no como personas libres y experimentadas.(6)
La ministra de interior del Reino Unido Fiona MacTaggart, dijo al periódico “The Observer” en Enero del 2006: “no creo que los hombres que usan prostitutas se vean a sí mismos como a abusadores de menores, pero lo son”. “Podrían cambiar las cosas si cambiáramos el punto de vista de la prostitución de “profesión más antigua” a la forma más común de abuso a menores.” En declaraciones a la BBC la ministra dijo “la mayor parte de prostitutas empiezan de 13 a 14 años .” El Ministerio de Interior estima que en Gran Bretaña trabajan como prostitutas unas 80.000 mujeres, la mitad de las cuales son menores de 25 años.

La violencia masculina mantiene a las mujeres en la prostitución
Los chulos buscan chicas inocentes, solitarias, sin hogar, y rebeldes. Las convencen de que son “su hombre” y acaban manteniéndolas en cautividad virtual mediante la agresión verbal haciendo que sientan que no valen nada, que son basura, y mediante la violencia física y amenazas de tortura. (Barry, 1995). Barry (1995) y Giobbe et al. (1990) estimaron que al menos 90% de la prostitución está controlada por proxenetas. Usan el maltrato físico y sexual para mantener a las mujeres en la prostitución y que no escapen (8) . Los chulos en Washington, DC, USA, emplean matones de guardia en los límites de su zona que impiden que las chicas escapen de la prostitución (Michelle J. Anderson, personal communication, 1996) » (9) .
Según Farley (10) : “como adultas en prostitución, 82% han sido maltratadas físicamente, 55% de ellas por puteros ; 83% han sido amenazadas con un arma; y 68% han sido violadas mientras ejercían como prostitutas, 45% más de 5 veces, y 46% de las violadas lo han sido por puteros” (11). Las mujeres y los transexuales habían experimentado más violencia que los hombres prostituidos con aspecto de hombre.

“La legalización tampoco puede proteger a las personas prostituidas, de la violencia y las agresiones de los compradores. Incluso en un burdel legal de alto nivel en Australia, donde las habitaciones están equipadas con sistemas de alarma en caso de peligro, un guardia de seguridad informa de que las llamadas de auxilio de las mujeres nunca pueden ser atendidas lo bastante rápido como para impedir la violencia de los usuarios de la prostitución, que se produce con regularidad” (12) . “La legalización tampoco pone fin a los demás abusos asociados a la prostitución ilegal, como la violencia física brutal que los proxenetas ejercen sobre las personas prostituidas, la influencia de la delincuencia organizada en la industria del sexo, o el tráfico de mujeres para destinarlas a la prostitución”(13) . “Notablemente, incluso en los países que han legalizado la prostitución en un intento de reducir los daños que ésta provoca, los índices de agresión y violación a las personas prostituidas continúan extremadamente altos”(14) .
Un informe canadiense sobre prostitución y pornografía (15) concluye que las niñas y mujeres en prostitución tienen una tasa de mortalidad 40 veces mayor que la media nacional. Las mujeres prostituidas constituyen el 15% de muertes por suicidio notificadas en hospitales (16) .
Incluso habiendo salido de la prostitución después de innumerables sufrimientos la sociedad, a veces cómplice del proxeneta, puede devolver a la mujer a su esclavitud. La pesadilla en la que la protagonista cree haber escapado y descubre de repente que todo vuelve a empezar puede ser totalmente cierta en países donde se haya legalizado la prostitución. Una mujer “fichada” como prostituta puede perder el paro si se niega a aceptar un trabajo de prostitución. Esto ocurre actualmente en Alemania y no precisamente a mujeres prostituidas anteriormente sino también a mujeres que nunca han alquilado su cuerpo
"No hay nada ahora en la ley que impida que las mujeres sean enviadas a trabajar en la industria del sexo" dijo Merchthild Garweg, abogada de Hamburg especializada en estos casos. "La nueva regulación dice que trabajar en la industria del sexo no es ya inmoral, y por lo tanto estos trabajos no pueden ser rechados sin riesgo de perder el subsidio de desempleo." Por ejemplo Garweg dijo que mujeres que habían trabajado en telemarketing habían recibido propuestas de trabajo en “líneas eróticas” de teléfono”.

Miss Garweg cree que la presión en las empresas de empleo para encontrar trabajadoras sexuales les hará cortar el subsidio de desempleo a mujeres que rechacen trabajar en “servicios sexuales”: “están ya preparados para obligar a las mujeres a aceptar trabajos relacionados con servicios sexuales, pero que no cuentan como prostitución,” dijo. “Ahora que la prostitución ya no es considerada por la ley como inmoral, no hay realmente nada salvo la buena voluntad de las empresas de trabajo que impida mandar a las mujeres a trabajos que no desean hacer”(17) .

LA SECUELA PSICOLÓGICA MÁS IMPORTANTE DE LA PROSTITUCIÓN ES EL ESTRÉS POST TRAUMÁTICO (EPT)
Las mujeres prostituidas sufren EPT al igual que los veteranos de combate, como una reacción psicológica a un trauma físico y emocional extremo. Los síntomas son ansiedad aguda, depresión, insomnio, irritabilidad, sobresaltos, disociación, flashbacks, hiperalerta.
Según Farley (18) “68% de las mujeres prostituidas encuestadas cumplían los criterios diagnósticos de Estrés Post Traumático. Esta cifra puede compararse con la de mujeres maltratadas de 43% (Houskamp & Foy, 1991) a 84% (Kemp et al. 1991), y con la de ex-combatientes de Vietnam 50.6 (Weathers et al., 1993), o de la Guerra del Golfo 34.8 (Weathers et al., 1993).
” Muchas supervivientes señalan que, para poder sobrellevar la degradación psicológica que provoca la prostitución, desarrollaron una reacción de disociación – un sistema de desvinculación de parte de uno mismo, de “abandonar el cuerpo” o “irse mentalmente a otro lugar”. Este mecanismo es similar en violaciones, maltrato doméstico y tortura.

EL SÍNDROME DE ESTOCOLMO EN MUJERES PROSTITUIDAS
En 1973 dos ex-convictos intentaron robar uno de los bancos más importantes de Estocolmo. Se quedaron atrapados en él con tres rehenes, tres mujeres y un hombre. Los secuestradores amenazaron la vida de los rehenes pero también les mostraron alguna pequeña amabilidad. Durante el tiempo de secuestro, seis días, los rehenes se identificaron con los captores y desarrollaron un vínculo emocional con ellos. Empezaron a percibir a la policía como a enemigos, y a los secuestradores como a sus amigos, como a su fuente de seguridad. Esta reacción aparentemente absurda fue documentada ampliamente por los medios de comunicación, ya que llamó para interesarse por el estado de los rehenes, el entonces primer ministro de Suecia Olof Palme.

Todo el mundo se quedó estupefacto cuando los secuestrados se resistieron fuertemente a los esfuerzos del gobierno para rescatarlos, y defendieron a sus captores con insistencia. Meses después de ser liberados, los rehenes tenían todavía sentimientos afectuosos hacia los secuestradores que habían amenazado sus vidas. Las dos mujeres acabaron teniendo una relación con los captores. A raíz de este incidente se acuñó el término Síndrome de Estocolmo, que después fue estudiado en profundidad para otros grupos de secuestrados. Se descubrió que esta es una reacción común en situaciones de secuestro y que se trata de un mecanismo de supervivencia. Aunque el Síndrome de Estocolmo no está todavía en el manual de diagnóstico psiquiátrico DSM IV, tiene suficiente entidad propia y su existencia es ampliamente reconocida, sobre todo en ámbitos militares.
Dee L. R. Graham es profesora de Psicología en la Universidad de Cincinnati. Se ha especializado en temas como Violencia de Género, Síndrome de Estocolmo y renuncia de las mujeres a acusar a los maltratadores en el juicio. Las teorías de Graham emergieron del análisis de nueve grupos diferentes de "rehenes" en los que se establecía un vínculo entre la víctima y el abusador/captor:
-  Secuestrados
-  Prisioneros de campos de concentración
-  Miembros de sectas
-  Prisioneros de guerra
-  Civiles de la China Comunista sometidos a lavado de cerebro
-  Mujeres maltratadas
-  Niños abusados
-  Víctimas de incesto padre-hija
-  Prostitutas dependiendo de chulos
Concluyó (19) que "bajo las condiciones adecuadas, cualquiera que quiera sobrevivir desarrollará el SE" . Las condiciones previas que desencadenan el síndrome son:
-  El rehén cree que el secuestrador amenaza realmente su supervivencia.
-  El secuestrador da muestras de algún tipo de amabilidad.
-  El rehén queda aislado (física y/o psicológicamente) de otras personas.
-  El rehén no puede escapar, o cree que no puede.
En el caso de la Violencia de Género, tanto en mujeres maltratadas como en mujeres prostituidas se dan las condiciones previas.

“Giobbe et al. (1990) compararon la prostitución con otras formas de violencia doméstica. Describieron los métodos de control coercitivo ejercidos por chulos y puteros sobre las mujeres prostituidas, que son idénticos a los métodos usados por hombres maltratadores para controlar a las mujeres: aislamiento, agresión verbal, control económico, amenazas e intimidación física, negación de la violencia y violaciones”.
Las estrategias de supervivencia que la mujer va adoptando para poder convivir con el maltratador son recursos y distorsiones de su forma de sentir y actuar, que le permiten sobrellevar las agresiones sin hundirse psicológicamente. Al repetir día a día estos mecanismos de defensa y supervivencia, éstos acaban por transformar la personalidad de la víctima y quedan fijados en su forma de ser. Se produce un verdadero lavado de cerebro como el que pueda sobrevenir, por ejemplo al pertenecer a una secta, o al estar en un campo de concentración. Emociones, pensamientos y conducta se distorsionan para poder soportar el terror que no acaba.
Autores como Farley y Herman también ven la necesidad de completar el cuadro del EPT en la Violencia de Género, con la descripción del vínculo traumático que se crea a largo plazo, o Síndrome de Estocolmo: “la diagnosis de EPT requiere un estresor externo, implicando claramente que los síntomas psicológicos resultan de condiciones materiales que oprimen a la mujer. Sin embargo este diagnóstico por sí solo, no articula completamente la extensión del daño psicológico causado por la prostitución. Con el tiempo, la constante violencia de la prostitución, la humillación constante, la indignidad que representa y la misoginia social, provocan cambios en la personalidad”.
“Herman (1992) describe los cambios a largo plazo en los supervivientes de un trauma, en la regulación emocional, la conciencia, la auto-percepción, la percepción de los agresores, en las relaciones con otros, y los cambios en las atribuciones de significado. Estos cambios en la personalidad han sido llamados por Herman EPT Complejo. Herman vio estos síntomas como el resultado de una historia de sumisión a un control totalitario por un periodo prolongado, y notó que la explotación sexual organizada puede llevar a un EPT complejo. La violencia de los proxenetas no está encaminada únicamente al castigo y control de las mujeres prostituidas sino a convertirlas en algo sin valor e invisible (Dworkin, 1997; Patterson, 1982). El odio y desprecio dirigido a las personas prostituidas acaba internalizándose. El odio a sí mismas y la falta de respeto propio resultantes, son extremadamente duraderos” (20).

Resumo a continuación las principales distorsiones propias del Síndrome de Estocolmo, todas ellas aplicables a mujer maltratada por su pareja y mujer prostituida por su chulo, (material extraido de mi libro “Manual para Mujeres Maltratadas que Quieren Dejar de Serlo” Ed. Océano 2002):

DISTORSIONES EMOCIONALES:
ELLA POTENCIA LAS EMOCIONES POSITIVAS:
El afán de supervivencia la lleva a buscar con avidez cualquier expresión de amabilidad, empatía o afecto hacia ella en la conducta del maltratador. Si llega a percibirla se llena de esperanza pensando que él no la maltratará más.

ELLA NIEGA SUS EMOCIONES NEGATIVAS:
Niega y minimiza el abuso, niega el terror, porque reconocerlo la paralizaría y tiene que “tirar del carro” de la familia y los hijos. El pánico, la sensación de aniquilación psíquica, la dejarían sin respuesta y no se lo puede permitir. Niega también la rabia, si la expresa invita al agresor a tomar represalias. Una respuesta defensiva directa podría poner en juego su supervivencia. Se vuelve muy sumisa, tiene dificultad en expresar la cólera, evita los conflictos. Se vuelve indecisa y pasiva.

DISTORSIONES COGNITIVAS CAMBIA SU PUNTO DE VISTA AL DEL MALTRATADOR:
SOBRE EL MUNDO: la víctima inconscientemente intenta ver el mundo y a sí misma como el abusador lo ve, para anticiparse y mantenerlo contento con sus necesidades satisfechas. Acepta los planteamientos políticos, sociales, o de género de él. Si él milita en un partido político ella acabado militando en el mismo partido y se vuelve la partidaria más fanática.
Él es sexista y ella se convierte en la primera enemiga de las mujeres que destacan, hablan u opinan por sí mismas. La mujer maltratada no quiere identificarse con su propio grupo. Es dura y muy crítica con las otras mujeres. Le gusta competir con ellas y descalificarlas.

SOBRE SÍ MISMA: la mujer maltratada se ve a través de los ojos del maltratador y acepta su culpabilidad por el maltrato. Cree que si fuera mejor persona o mujer, no sería maltratada. Cuanto menos control real tiene la víctima y más graves son las consecuencias de no tener control (es decir, es más severo el abuso), es más probable que la víctima se autoculpe.
Se reconoce como inferior. Halaga y cuida el ego masculino a expensas del suyo. Asume la posición de "felpudo" con los hombres. Se rebaja o desprecia a sí misma humorísticamente. Odia aquellas partes de sí misma que el maltratador desprecia o a las que adjudica su cólera. Cree que tiene que ser perfecta y que no vale nada por lo que merece el maltrato. Cree que no merece el amor de otras personas.
Proyecta su propia condición de víctima en el agresor, como si él fuera inocente y estuviera influenciado por la maldad de otras personas. La mujer maltratada no quiere que otros se enteren de cómo la trata su pareja. Se lo oculta al mundo y a sí misma. Sistemáticamente, se pone de parte de su pareja frente a otras personas ¡aunque éstas la estén defendiendo a ella!

APRENDE A CONOCER AL DETALLE EL COMPORTAMIENTO DEL MALTRATADOR: ella conoce muy bien sus costumbres y deseos, esto le permite anticiparse en lo posible a sus brotes de violencia. Estudia cuidadosamente los puntos en que puede influir "al jefe", está muy atenta a lo que le gusta o le disgusta. En casos extremos permite incluso el abuso sexual de los hijos, o se comporta como si no se enterara de lo que está ocurriendo. El varón es el dios al que hay que rendir culto y dar todo lo que pide aunque sea sacrificando a los niños, sobre todo a las niñas.

CREE QUE AMA APASIONADAMENTE AL AGRESOR: Está muy pendiente de él, lo cuida, es sumisa con él, se le acelera el corazón cuando él llega. Es fácil interpretar esta excitación fisiológica y esta conducta como indicadores de fuertes sentimientos positivos hacia él. “La falsa atribución de la víctima que adjudica al amor y no al terror su excitación, es una distorsión cognitiva que se desarrolla en las víctimas que no ven modo de escape.
Cuanta más excitación, más fuerte es el vínculo experimentado por las víctimas. Cuanto más hipervigilantes están las víctimas hacia la amabilidad del agresor, interpreta que es más fuerte el vínculo. Cuanto más duro tiene que trabajar la víctima para ganar al abusador, más fuerte es el vínculo de la víctima con el abusador”. "Una vez el sujeto ha identificado la experiencia como amor, es amor" .
Nuestra cultura nos presenta un modelo de lo masculino violento y dominante, los héroes de ficción vencen a través de la agresión, no a través de la resolución pacífica del conflicto. Son competitivos, soberbios y su sexualidad es cercana a una violación. Esta perspectiva refuerza la vivencia interna de la mujer maltratada sobre su pareja, la convence de que eso que ocurre entre los dos es un amor apasionado y fatal, y que lo que le pasa a su compañero es que “es muy macho”. Ella en contraposición ha de ser muy femenina y dejarse proteger por él.

DISTORSIONES CONDUCTUALES
ELLA DESARROLLA MECANISMOS DE DEFENSA ANTE LA VIOLENCIA:
• Simulación: simula un placer sexual que no siente, y una admiración inexistente ante acciones mediocres o sin mérito. Maneras deferentes. Halagos. Disimulo de los sentimientos reales. "Artimañas femeninas". Es importante para la seguridad de la víctima que el ego del maltratador esté satisfecho.
• Intenta ganarse su compasión: "crisis nerviosas", desmayos, somatizaciones. Es una forma primitiva de decir al agresor “no me pegues, no ves que me encuentro mal”
• Intenta tranquilizarlo mediante un comportamiento aniñado. Está comprobado que las personas violentas se tranquilizan con los niños. La mujer maltratada instintivamente se comporta como una niña frágil e indefensa, para que el maltratador no vea en ella una enemiga. Hace el payaso, sonríe y ríe sin sentido. Es "muy mona" y gazmoña. Usa un tono de súplica o infantil con entonación característica acabada en inflexión ascendente.
Mira humildemente hacia abajo. Hace falsas demandas de ayuda. Su apariencia es de indefensión. Se muestra dependiente, falta de iniciativa, incapaz para decidir o pensar por sí misma, etc. Si no se aniña en su comunicación, él puede interpretar sus afirmaciones como oposición, o rivalidad. Tiene que demostrarle que ella no está en contra de él y que él no tiene nada que temer de ella. Tiene que demostrarle que ella no compite con él, que no es una "marimacho". Se mete en su papel y acaba viendo al captor como a una figura paterna, sintiéndose como una niña frente a él.

DURANTE EL PROCESO DE LIBERACIÓN LA VÍCTIMA SE OPONE A LA JUSTICIA.
Se asusta más de los que vienen a liberarla que del agresor. La mujer maltratada ve al maltratador como al "bueno", y a los que se oponen a él como los "malos". Le molestan las "intromisiones" de extraños que intentan liberarla. Critica y se burla de las feministas y dice que odian a los hombres y que envidian su superioridad. La mujer prostituida niega ser maltratada por chulos y puteros, niega pasarlo mal y no puede soportar a las mujeres que quieren abolir la prostitución diciendo que son moralistas y que ella “ejerce libremente su oficio”.
En casos de secuestros de larga duración o de mujeres maltratadas, la liberación o separación del maltratador, genera una combinación paradójica de gratitud y miedo. La víctima encuentra psicológicamente difícil dejar al captor. Los antiguos rehenes visitan a sus captores en la cárcel, retiran las denuncias, e incluso pagan al abogado que los defiende. Minimizan el daño que les han hecho y rechazan cooperar con la justicia.
La dinámica cíclica del maltrato mantiene a la mujer atrapada en un juego desesperado. Su impulso es ambivalente, por una parte quiere librarse del compañero que la maltrata y amenaza, y por otra parte quiere permanecer a su lado, última ironía del vínculo traumático. Hay un desequilibrio de poder en la base de esta actitud, la mujer aislada se siente totalmente dependiente del hombre, se valora poco y está confusa por la naturaleza intermitente del maltrato.
La mujer maltratada cree que el agresor puede volver a "secuestrarla". Teme incluso sus propios pensamientos "desleales", ve al captor como omnipotente y siente un profundo agradecimiento por que no la haya matado. La víctima siga siendo leal al abusador durante mucho tiempo. Sabe que si él la atrapa y acusa de deslealtad el castigo será mucho mayor que el maltrato anterior. La ha amenazado con encontrarla si se va, y matarla a ella y/o a sus hijos. Ella lo cree capaz de hacerlo y permanece leal en anticipación de su vuelta. El estrés le hace perder la perspectiva de las opciones reales, y el miedo la paraliza, además sabe que un intento de denuncia o escape puede transformar una violencia tolerable en una situación letal.

Las secuelas más graves a largo plazo del Síndrome de Estocolmo son:
GENERALIZACIÓN:
"Una prolongada exposición a los 4 precursores del SE hacen que la víctima generalice la psicodinámica víctima/abusador a sus relaciones con otros" . La mujer maltratada durante largo tiempo, tenderá a vincularse con otros hombres de la misma manera que con el maltratador, es decir sólo porque sean hombres los tratará como a seres de primera clase y esperará de ellos la misma explotación que recibió de su pareja maltratadora. Le costará ponerles límites y se sentirá responsable de que la relación funcione, aunque para ello tenga que anularse y someterse. Cree que el amor es un vínculo traumático y violento, en nuevas relaciones intentará recrear los intensos sentimientos que le inspiraba el maltratador.
PÉRDIDA DE LA IDENTIDAD PROPIA
No sabe como es ni lo que quiere. No se imagina en el futuro.
Está desorientada. Se siente incapaz de tomar decisiones. Se ve a sí misma menos válida, y menos capaz que otros, culpable de los problemas del captor. Se siente indefensa y sin poder.
Teme también perder la única identidad que conserva, su yo tal como lo ven los ojos del abusador. Tiene miedo de ser abandonada, de estar sola, de no ser capaz de vivir sin el agresor, de no saber quién se es sin él, de sentirse vacía, etc.
EL MALTRATADO APRENDE A MALTRATAR
El maltratado aprende a maltratar, la víctima se vuelve verdugo. La mujer maltratada durante largo tiempo, desvía la rabia que de forma natural se tendría que dirigir al agresor, hacia sí misma o hacia otras personas que considera inferiores al maltratador o con poco poder (mujeres, niños). Intenta controlarlas para que no provoquen la ira del varón.
La figura del chulo es ampliamente tratada en la página web de “The Lola Greene Baldwin Foundation”:
“Uno de los objetivos fundamentales de un proxeneta es crear un Síndrome de Estocolmo en la mujeres que prostituye. Esto las mantiene ligadas a él incluso cuando tienen oportunidades de escapar. El primer paso es obtener control físico de la víctima, y aislarla de ayuda. Corta todas las fuentes de información que a él no le interesan. Se muestra capaz de causar un intenso sufrimiento y dolor, e incluso matar a la víctima si así lo desea.
Las personas que se vuelven proxenetas suelen suelen ser psicopáticas y sádicas. No les influyen los sentimientos de otras personas. Si permiten que las víctimas vivan, éstas están agradecidas y esperan que la relación las protegerá de daños futuros. Ellos interpretan que la víctima está bajo su control, no que merezca cuidado y respeto.
El chulo solicitará la simpatía de la víctima, le contará que tiene una vida dura, que está sin dinero, que la policía lo busca. Esto es especialmente eficaz si la mujer prostituida también ha sufrido abusos en su familia de origen o ha tenido problemas juveniles con la policía o las autoridades. El se ofrece como protector, amante o marido de la víctima, dándole esperanza de una relación de soporte. Insinúa que si ella le da suficientes muestras de amor y lealtad, haciendo todo lo que él le pida, en contrapartida será amada y no herida.
La víctima empieza a creer que esta fantaseada relación es real, y sobrevalora exageradamente cualquier pequeña amabilidad, a pesar de que él esté dominándola continuamente mediante violencia física. Ella llega a creer que tiene una alianza con el chulo contra otros criminales, la policía, y la recta comunidad.
Esto refuerza el sentimiento de la víctima de que no tiene otra opción que permanecer asociada con el chulo. Si él controla a varias víctimas, éstas a veces forman un grupo de pensamiento único, aliadas ellas mismas con el proxeneta contra el mundo exterior. El grupo de víctimas puede contribuir a impedir que una de ellas escape, y participar en el castigo de aquellas que incomodan al chulo. Es raro que una mujer sea proxeneta, pero no que haya una mujer dominante entre el grupo de víctimas de un chulo, actuando como la segunda de a bordo.
La duración del Síndrome de Estocolmo depende de la habilidad del chulo, la sofisticación psicológica de la víctima y la intensidad de la violencia usada. Es más probable que se vayan las víctimas que todavía siguen conectadas a sus identidades y relaciones previas. Es más difícil romper una relación en la que ha habido de forma intermitente momentos malos y buenos, que una en que todo ha sido malo o bueno, ya que la víctima se vuelve dependiente a los “buenos momentos”, esperando que tenga lugar el siguiente. Cuanto más se entrega una persona a una relación de pareja, más le cuesta reconocer que no ha valido nada y ha sido destructiva. Algunas personas nunca recuperan la libertad, y permanecen en una u otra relación destructiva hasta que las matan o mueren por alguna causa” .

LO QUE REALMENTE PIENSAN
EL CHULO
Tú eres de mi propiedad. Todo lo que ganas o tienes es mío. Pide siempre el dinero por adelantado y ni siquiera lo mires, yo lo recogeré cada rato. Si te quedas con mi dinero sabrás quien soy yo. Si no me consigues un mínimo de 500$ al día no tendrás comida, cama, ropas, etc.
Si así lo quiero te pegaré o te violaré, y si no me obedeces te castigaré a ti o a tu familia.
Tienes que trabajar llueva o nieve, estés sana o enferma.
Ni se te ocurra escapar de mí porque te encontraré y te destrozaré la vida a ti y a los tuyos.
Usa siempre condón no me vayas a contagiar a mí. Ni se te ocurra mirar a otro chulo. Yo te proporcionaré drogas.
Te puedo vender a un putero o a otro chulo. Te puedo desplazar a otro lugar
Yo controlaré a tus hijos y también harán lo que yo quiera

EL PUTERO
Cuando te alquilo tienes que hacer todo lo que yo te pida porque ese rato soy tu dueño.
Yo no seré responsable de las consecuencias de mis actos contigo.
Es responsabilidad de tu chulo tenerte lista para que hagas todo lo que yo quiera.
Tienes que realizar mi fantasía como una esclava sexual, a mí no me importa quien eres, ni lo que deseas en realidad.
Si no lo haces bien atente a las consecuencias.
Siempre tienes que mostrarte feliz y a gusto conmigo.
Ignoraré las marcas de agujas, los dientes dañados, los hematomas… excepto si se ajustan a mis fantasías.
Tienes que limitarte a decirme cosas como: "Hago esto porque quiero y me gusta. Yo no tengo un chulo. No soy adicta a ninguna droga. Este ha sido el mejor polvo de mi vida”.

EL MITO DE LA PROSTITUTA FELIZ
En muchos programas de televisión se falsea la realidad planteando debates en los que se enfrenta a una feminista abolicionista de la prostitución con una “prostituta feliz”. Se da la imagen de que un porcentaje importante de mujeres en la prostitución están contentas con ella.
Las mujeres prostituidas tienden a negar que están controladas por chulos y que son maltratadas. . "Negando que tienes un chulo es una forma de expresar que tu propia experiencia no coincide con la de una relación chulo-prostituta estereotipada” . Es exactamente lo mismo que pasa con las mujeres maltratadas por su pareja. Cuanto más permanece la mujer en la relación abusiva, más tiende a negar que su captor la maltrata.
“Que algunas mujeres elijan prostituirse y estar con chulos como amantes o maridos, no es más defensa del proxenetismo, que el que algunas mujeres maltratadas por su marido que elijen seguir con él, lo sea del maltrato doméstico.” Kathleen Barry, Coalition Against Trafficking in Women, 1995. “En un estudio realizado sobre 854 personas prostituidas en nueve países, a la pregunta de “¿Cuál es tu principal necesidad?”, la respuesta número uno – dada por un sorprendente 89 % de las encuestadas – fue salir de la prostitución. 95% de 100 mujeres prostituidas en Vancouver dijo que querían dejar la prostitución” Farley & Lynne, 2001.
Muchas mujeres prostituidas se dan cuenta de que no pueden escapar de la prostitución cuando ya es tarde. Enfermas de mente y de cuerpo, en la miseria económica y social, adictas a drogas, y amenazadas por su “empresario” intentan escapar y no pueden. Hasta entonces han estado repitiendo a todo el mundo que la prostitución es un trabajo tan digno como otro cualquiera y que si quieren lo dejan. Hasta entonces pueden haberse involucrado en campañas pro-legalización de la prostitución y pueden haber salido en los medios reivindicando su estado de “prostituta feliz”.



2) Dworkin, 1997; Jeffreys, 1997; MacKinnon, 1993 Farley, Melissa and Howard Barkan. "Prostitution, Violence Against Women, And Post-Traumatic Stress Disorder." Online. Netscape. 5 March. 1999. www.prostitutionresearch.com...
3) Escrito amicus curiae 9/12/2005 Igualdad Ya (www.equalitynow.org) y Coalición Contra el Tráfico de Mujeres, ante el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos del Distrito Sur de Nueva York.
4) Schissel, Bernard and Kari Fedec. "The Selling of Innocence: the Gestalt of Danger in the Lives of Youth Prostitutes." Canadian Journal of Criminology. January. 1999. EbscoHost. Information Access 06 March. 1999.
5) Potterat, John J, and Stephen Muth, and William Darrow. "Pathways to Prostitution: The Chronology of Sexual Abuse and Drug Abuse Milestones." Journal of Sex Research. November. 1998. EbscoHost. Information Access 25 February. 1999.

6) Boyer and James 1982, citado en Schisser and Kari Fedec, p.2
7) Story from BBC NEWS: http://news.bbc.co.uk/go/pr/fr/-/1/... 2006/01/17
8) Barry, 1995; Dworkin, 1997; Hunter, 1994; MacKinnon, 1993
9) “Prostitution in Five Countries: Violence and Post-Traumatic Stress Disorder” (South Africa, Thailand, Turkey, USA, Zambia) by Melissa Farley, Isin Baral, Merab Kiremire and Ufuk Sezgin Feminism & Psychology, 1998http://www.prostitutionresearch.com...
10) Farley, Melissa and Howard Barkan. "Prostitution, Violence Against Women, And Post-Traumatic Stress Disorder." Online. Netscape. 5 March. 1999. www.prostitutionresearch.com...
11) Traduzco putero en vez del eufemismo cliente, porque la prostitución no es un trabajo. Curiosamente la Real Academia de la Lengua Española no incluye esta palabra cuyo uso reivindico

12) S. Jeffreys, “The Legalisation of Prostitution: A Failed Social Experiment”, Women’s Health Watch Newsletter 64 8-11 2003 http://www.womenshealth.org.nz/publ...).
13) Escrito amicus curiae 9/12/2005 Igualdad Ya (www.equalitynow.org) y Coalición Contra el Tráfico de Mujeres, ante el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos del Distrito Sur de Nueva York.
14) Vanwesenbeeck y otros, “Professional HIV risk taking, levels of victimization, and well-being in female prostitutes in the Netherlands”, publicado en Archives of Sexual Behavior 24(5), 503-515 (1995).
15) Special Committee on Pornography and Prostitution, 1985, Pornography and Prostitution in Canada 350.
16) Letter from Susan Kay Hunter, Council for Prostitution Alternatives, Jan 6, 1993

17) ’If you don’t take a job as a prostitute, we can stop your benefits’ Clare Chapman 30/01/2005 telegraph.co.uk
18) Farley, Melissa and Howard Barkan. "Prostitution, Violence Against Women, And Post-Traumatic Stress Disorder." Online. Netscape. 5 March. 1999. www.prostitutionresearch.com...

19) “Loving to Survive: Sexual Terror Men’s Violence,and Women’s Lives” Dee L. R. Graham New York University Press, 1994

20) Farley, Melissa and Howard Barkan. "Prostitution, Violence Against Women, And Post-Traumatic Stress Disorder." Online. Netscape. 5 March. 1999. www.prostitutionresearch.com...

Páginación

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